lunes

Judit Mascó

Oxigen es mucho más que un centro de estética y bienestar. Para mi que hace ya más de ocho años que acudo a él con regularidad, es un lugar donde me encuentro a gusto. Sé que al llegar de un largo viaje o después de un periodo intenso de trabajo, estará Estrella, su directora y alma de Oxigen, y su equipo esperándome con alguna buena propuesta, ya sea un masaje antiestrés o un drenaje circulatorio y linfático para mis piernas. La verdad es que soy de las que piensan que los masajes y los cuidados de uno mismo no deberían ser considerados grandes lujos, sino como momentos de encuentro con uno mismo en los que desacelerar el ritmo de vida que llevamos, ya que ello nos proporciona una mejor calidad de vida y nos hará subir la autoestima.

Siempre que me preguntan como hago para compaginar trabajo y familia, contesto que es cuidándome primero a mi misma para después dar lo mejor de mí a mis hijas, mi pareja, y claro está,en el trabajo.

Además ¿porqué pensar que darse un masaje semanal o quincenal es un gran lujo? Hay escritos que revelan que ya en el 3.000 a.C. se utilizaban los masajes en las antiguas civilizaciones hindú, egipcia, china y más tarde romana y griega, para aliviar migrañas, combatir síntomas de agotamiento, facilitar el parto sin dolor o remediar dolores en algún miembro. Así es que, no es una tontería de nuestros tiempos, todo lo contrario. Tengo claro que recibir un buen masaje es una de las acciones más placenteras y beneficiosas que podemos experimentar, tanto para el cuerpo, como para la mente.

Me gusta dedicarme tiempo, tan escaso a veces, a mí misma y poder contar con Oxigen. Es un regalo que me hago siempre que lo necesito.

Gracias por vuestra sonrisa y profesionalidad constantes. Gracias por vuestro trato discreto y vuestro saber hacer.